Jorge E. Martínez A.

Terapeuta Ocupacional

Introducción

El juego es una de las principales actividades que desarrolla el ser humano a lo largo de la vida desde que nacemos hasta que morimos, forma parte del neurodesarrollo, incluso muchos bebés desde el vientre juegan con sus manos y se divierten con el movimiento constante de mamá y con el suyo propio, muestran evidencia de que hay disfrute.

El juego es una fuente inagotable de recursos y estrategias para lograr aprendizajes y conductas adaptativas. Es la principal fuente de aprendizaje del niño pequeño.

A través del juego el niño pone en práctica todo lo aprendido en su vida diaria, lo que vive en su entorno, su familia, la escuela, la relación con sus pares, es como si pusiera en práctica una vida paralela, que desarrolla mediante el juego con sus propias experiencias, motivaciones intrínsecas y objetivos.

El juego es una de las herramientas más valiosa para impactar de manera positivas sobre las áreas del desarrollo en un niño, lenguaje, motricidad fina, motricidad gruesa, cognición e interacción social. A través del juego el niño logrará aprendizajes rápidos y consolidados que sólo se obtienen jugando, no existe otra manera que los logre, es una etapa irrepetible.  El jugar no es lo mismo para un niño pequeño que para un adolescente, a eso me refiero, que las etapas del juego y los objetivos de este son únicas.

 

El juego como ocupación

El juego es el medio a través del cual el niño tiene contacto con el mundo que le rodea y descubre el desarrollo de su naturaleza ocupacional, la motivación y el placer de la acción (Domingo, 2015).

Dentro del campo de acción de la Terapia Ocupacional Pediátrica la actividad del juego tiene un rol importante, ya que está dentro de las actividades instrumentales de la vida diaria del ser humano y si analizamos las actividades de la vida diaria de una persona están por ejemplo vestirse, alimentarse, educarse, asearse, interactuar socialmente con otras personas, realizar actividades de ocio y sobre todo jugar.

El juego es también la intervención terapéutica más común usada por los terapeutas ocupacionales pediátricos (Mulligan, 2006).

La observación de las habilidades del juego en los niños es una herramienta con la cual podemos determinar y analizar sobre lo que está ocurriendo en el neurodesarrollo del niño. Puntos claves que podemos observar de manera general como, su niño utiliza el juguete de manera adecuada con los fines requeridos, se mantiene conectado y alerta al jugar, sigue las reglas y permite ser guiado en el mismo, permite la interacción con otros al jugar, entre otros.

Si analizamos de manera profunda podemos llegar a las siguientes interrogantes, ¿este juego es adecuado para la edad de mi niño o niña? ¿cumple ese juego las expectativas del aprendizaje que quiero lograr? ¿Qué beneficio tiene ese juego para el desarrollo del lenguaje, motriz, cognición e interacción social?

El juego es un modo de actuar con la realidad, determinado por los factores internos de quien juega con una actividad intrínsecamente placentera, y no por los factores externos de la realidad externa; es la mejor manera que tienen los niños para aprender, desarrollar la creatividad y fomentar el desarrollo socioemocional; es una forma de ejercitar las capacidades y habilidades que permitirán al niño desarrollarse (Gallardo y Gallardo, 2018).

Características del juego

El juego por sí sólo presenta características interesantes, que son aquellas que las diferencias de otras ocupaciones, dentro de la vida del ser humano, podemos mencionar:

  • Es placentero, el niño juega porque quiere jugar y lo disfruta.
  • Es divertido, por eso lo que aprende a través del juego se consolida por el resto de la vida, razón por la cual es utilizado para la enseñanza.
  • Motivador, el niño tiene una motivación intrínseca por jugar, nadie lo obliga a jugar, él simplemente desea ser feliz jugando, lo que sustenta la frase “sin motivación no hay aprendizaje” o sea que jugando se facilita el aprendizaje.
  • Importancia del proceso, para un niño el jugar es importante todo en su conjunto, no las partes del juego, ni resultado del juego, si no todo el proceso del juego desde el inicio al fin es importante.
  • Imaginación, el niño pone en práctica toda su imaginación, puede transformar los elementos reales según su imaginación como una caja de cartón puede ser una nave espacial. Puede ser lo que quiera ser mientras juega, por ejemplo, un pirata, un maestro, un super héroe, lo que desee y puede representar su contexto a través de la imaginación.

Algunos autores

Muchos autores han estudiado el impacto del juego en el desarrollo infantil los cuales todos coinciden con los altos beneficios que aporta.

Piaget intuyó que los niños presentaban unas características específicas cuando jugaban según sus habilidades y desarrollo cognitivo. Clasifica el juego en 3 tipos:

  • Juego Sensoriomotor: abarca desde el nacimiento hasta los 2 años, en este tipo de juego impera el movimiento y los elementos sensoriales. Toda la parte motora del tocar, mover, voltearse, explorar; sensorial el escuchar, ver, oler, probar; la kinestesia de los movimientos y la ubicación del cuerpo en el espacio. En esta etapa es vital la exposición a infinidades de estímulos.
  • Juego Simbólico: abarca las edades de los 2 a los 6 años, en este tipo de juego impera la imaginación, imágenes, símbolos y roles. Es la famosa etapa en donde se disfrazan de doctor, bomberos, policías, entre otros.
  • Juego Interactivo: este tipo de juego puede iniciar a los 5 años, es un juego más estructurado con seguimiento de reglas y patrones. Es un tipo de juego más organizado en la cual se estimula en gran medida la interacción social, el trabajo en equipo, cooperación, competición y esto va acompañado del manejo de las emociones y autorregulación.

Para Susan Knox el juego se puede clasificar y describir según el nivel de interacción social y participación (Mulligan, 2006 cita a Knox, 1997):

  • Juego Solitario: es cuando el niño disfruta y prefiere jugar solo. Se mantiene conectado y utiliza el juego de manera adecuada.
  • Juego Paralelo: ocurre cuando los niños están jugando en el mismo espacio físico, pero cada uno en su propio juego.
  • Juego Social: es aquel juego en donde el niño requiere jugar con otros niños, interactuar y compartir con sus pares. Es bastante parecido al último tipo de juego citado por Piaget en la cual hay juego cooperativo, competición y seguimiento de las reglas.

Conclusiones

Cuando el niño juega expresa lo que sabe, lo que vive, sus experiencias, explora, inventa, crea, soluciona, planea, organiza, ejecuta y logra aprendizajes; el niño es libre en todo el sentido de la palabra.

Mediante el juego se estimulan áreas específicas de la corteza cerebral que van a sentar las bases del aprendizaje, mediante experiencias motrices, sensoriales, afectivas, sociales y cognitivas. La actividad del juego está íntimamente ligada con la secuencia del desarrollo psicomotor, siguiendo dos corrientes: la primera, la jerarquización del sistema nervioso central y la segunda, la experiencia que brinda un ambiente enriquecido de estímulos a través del juego.

Así como el ambiente puede enriquecer el repertorio de experiencias y aprendizaje en el niño, también hay factores que pueden afectar el desarrollo de habilidades del juego. Estos factores pueden ser biológicos, como características que puedan afectar la capacidad de aprendizaje en los niños, atender y concentrarse, la comprensión y la utilización adecuada del juego, dificultades en la socialización, entre otros. También puede ser de orden social-ambiental, por privación de estímulos y por exceso de exposición a pantallas, afectando así la actividad placentera del jugar.

Recomendaciones

Algunos juegos que desarrollan el intelecto y las habilidades en los estudiantes pueden ser: legos, juegos de armar y copiar patrones, tangram, sopa de letras, sudoku, rompecabezas según las edad del niño, palabras cruzadas, scrabble, circuitos psicomotores que incluyan acertijos, resolución de problemas, habilidades matemáticas, entre otros.

Referencias Bibliográficas

Moruno, P., Romero, D. (2006). Actividades de la Vida Diaria. Masson.

Mulligan, S. (2006). Terapia Ocupacional en Pediatría, proceso de evaluación. Médica Panamericana.

Bernaldo, M. (2012). Psicomotricidad, guía de evaluación e intervención. Ediciones Pirámide.

García, J., Fernández, F. (2011). Juego y Psicomotricidad. Editorial CEPE.

Domingo S., M. (2015). Terapia Ocupacional en Pediatría. Editorial Síntesis.

López, P., Ortega, C., & Moldes, V. (2008). Terapia Ocupacional en la Infancia. Editorial Panamericana.

Álvarez de Bello, L. (2010). Terapia Ocupacional en Educación, Un enfoque sensorial en la escuela. Universidad Nacional de Colombia, Bogotá. Marpe Publicidad.

Ayres, A. J. (1998). Integración Sensorial y el Niño. México. Editorial Trillas.

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